El ilegalismo es una filosofía anarquista surgida en Francia, Italia, Bélgica y Suiza durante los primeros años 1900 como desarrollo de la idea de protesta individual. El ilegalismo adoptó abiertamente el crimen como estilo de vida; no era una doctrina política propiamente dicha.
El ilegalismo tomó importancia para una generación europea inspirada por el descontento de los años 1890, durante los cuales Ravachol, Émile Henry, Auguste Vaillant y Geronimo Caserio cometieron atrevidos crímenes en nombre del anarquismo, en línea con la llamada "propaganda por el hecho".
Influenciado por el egoísmo de Max Stirner, el ilegalismo rompió con anarquistas como Clément Duval y Marius Jacob, quienes justificaban el robo con una teoría de la expropiación individual. En contraste, desde el ilegalismo se argumentaba que sus acciones no requerían una base moral, es decir, que los actos ilegales no se realizaban en nombre de ningún ideal superior sino con el objetivo de satisfacer los propios deseos. La francesa "Banda de Bonnot" fue el más famoso grupo ilegalista.
El ilegalismo hoy
En la actualidad el ilegalismo en ciertos círculos anarquistas esta resurgiendo, sin embargo no con la misma espectacularidad que lo caracterizo en el siglo pasado, hoy esta postura anarquista nace de la mano de diferentes tendencias tales como el anarquismo individualista, el insurreccionalismo, el anarquismo antisocial, el primitivismo e ideas anti civilización.
Hoy esta tendencia se complementa en la cotidianeidad de una forma de recuperar nuestras vidas, de enfrentarse al sistema de forma simbólica como también material de una forma individual . Se postula la negación de lo legal por considerarlo normas que se dan dentro de las logicas de la institucionalidad, dentro de lo que nos entrega el sistema.
El ilegalismo se complementa con el insurreccionalismo como una forma de no transar con lo que cada individuo caracteriza como su enemigx.
Textos ilegalistas