Una bomba para inducir comportamiento homosexual en los combatientes. Murciélagos que transportan bombas incendiarias que explotan en las industrias del enemigo. Sustancias fétidas rociadas a modo de spray para hundir la imagen y la moral de los oficiales. Delfines kamikazes. Ya veis que la imaginación humana no tiene límites cuando se trata de hacer daño. Y ese es el problema. Primero encontramos la aplicación mala de una tecnología y después la buena. Siempre por este orden. El artículo está en inglés.
http://thecontaminated.com/top-nine-insane-weapons-of-war/
o aki que ya esta traducido
KLIKEAR AKA
domingo, 1 de noviembre de 2009
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